JAVI Y SU AMIGO
Érase una vez un niño llamado Javi que era muy exigente, por ejemplo, su madre hacía para cenar pescado y Javi decía: no me gusta, dame otra cosa y su madre le decía: hay personas que no tienen para comer y el siempre respondía: me da igual quiero otra cosa.
Un día Javi estuvo investigando sobre los niños de África y se dio cuenta de que lo que decía su madre era verdad, pero al día siguiente ni se acordaba. Esa tarde, apareció en su cuarto un niño con la ropa toda rota y sin zapatillas que le dijo: todo lo que has leído es verdad y Javi se fue corriendo del susto, apareció su madre y le dijo: ¿qué pasa?, y Javi le dijo: hay un niño en mi cuarto y la madre fue a mirar. Pero no vio nada, Javi seguía insistiendo, hasta que su madre se fue.
Al día siguiente volvió el niño, Javi iba a avisar a su madre cuando de repente el niño le dijo: ¡no!, solo me oyes tu y me ves tu. Javi dijo: eres real, pero solo para mi, entonces ¿qué eres? y el niño respondió: soy tu amigo imaginario. Javi dijo: ¡ah! Pero de repente Javi se dio cuenta de que la ropa del niño estaba destrozada. Y le dijo el niño: no tengo dinero para más y Javi le dio su ropa, pero cuando el niño la cogió se callo al suelo porque le traspasaba.
Durante todo el día el niño le estuvo explicando lo pobre que el y otros niños eran en el mundo y cuando Javi al fin lo entendió no volvió ni a quejarse más, ni a ver al niño.
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